Según denunció la Unión de Organización de la Sierra Juárez de Oaxaca (Unosjo, 15/1/09), han sido víctimas de un nuevo tipo de apropiación en sus comunidades: la “geopiratería”. Se trata de usar (y abusar) los saberes locales de comunidades indígenas y campesinas, para hacer mapas digitales altamente detallados sobre su geografía, recursos (hidrológicos, de biodiversidad natural y cultivada, arqueológicos, sociales, culturales) para colocar todo esto en páginas electrónicas de acceso abierto, a disposición de quien lo quiera usar. Por ejemplo, corporaciones, instituciones, o el ejército de Estados Unidos, que es quién financió el proyecto en Oaxaca. Que por cierto, antes se realizó en 9 comunidades de la Huasteca Potosina y sigue en la Sierra Tarahumara.
Las implicaciones de este tipo de actividad son tan vastas, que es difícil resumirlas. El mapeo detallado y exacto de los territorios sólo es posible si se extrae el conocimiento local de quienes viven allí. Al procesar estos saberes con nuevas tecnologías, como sistemas de información geográfica digitales, superpuestos a mapas satelitales de acceso libre en Google, se logra un volumen enorme información que no se conocía o no se podía apreciar. Estos mapas son de gran utilidad para fines militares y de contrainsurgencia, pero también para fines industriales (explotación de recursos minerales, vegetales, animales y de biodiversidad, mapeo de accesos carreteros construidos o “necesarios”, fuentes de agua, poblados, mapeo social de la posible resistencia o aceptación a proyectos, etcétera).
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http://www.jornada.unam.mx/2009/01/31/index.php?section=opinion&article=020a1eco
*Investigadora del Grupo ETC