Enfrentamientos entre indígenas amazónicos y fuerzas armadas han dejadado decenas de muertos y numerosos heridos el viernes 5 de junio en el norte de Perú. Los nativos, que bloqueaban la ruta transamazónica, retuvieron como rehenes a varios policías. Las fuerzas del orden dispararon contra los manifestantes, utilizando helicópteros para ello, según algunas fuentes.
Estos enfrentamientos son resultado de un conflicto entre indígenas de la selva y el gobierno de Alan García, a causa de la explotación de las riquezas petroleras. Inmensas reservas han sido descubiertas en años recientes en la región. Un milagro
, según el presidente García, que multiplican las iniciativas favorables a su explotación por las empresas extranjeras, incluido Perenco, un grupo franco-británico. Esto tiene consecuencias trágicas para las comunidades de cazadores-recolectores que obtienen sus recursos del bosque y de los caudales de agua.
Los indígenas agrupados en la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana se han movilizado contra la destrucción y la contaminación de su espacio vital y, después de varias semanas, la tensión no termina. Ellos han recibido el apoyo de numerosos sectores de la población en todo el país. Antes de los acontecimientos de los últimos días, una movilización general había sido programada para el jueves 11 de junio.
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