Marcos Roitman Rosenmann
Un mundo de mediaciones se yergue para no ver la realidad. Se busca descalificar, poner en pasado la propuesta de mandar obedeciendo, enterrar la otra campaña y la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Asimismo, las juntas de buen gobierno se miran con recelo.
Después de negarse a cumplir los acuerdos de San Andrés, mejor dicho, una vez consumada otra traición contra los pueblos indígenas de México, memoria obliga, los partidos políticos, las clases dominantes y sus ideólogos y los que pasaron por el zapatismo, dan por concluida una etapa histórica. México debe ser redimido por los de arriba o los del centro. Reiniciar el camino trazado con anterioridad a la irrupción de unos encapuchados que nunca han dado la cara y cuyos nombres han sido desenmascarados por los servicios de contrainteligencia.
Del zapatismo no han querido ver más allá, buscaron lo vulgar. Aun así, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y su dirigencia están todos los días dando la cara, cumpliendo su palabra, no han faltado a sus compromisos. Mientras los otros bajan el rostro y ocultan la vergüenza en la nocturnidad de sus felonías, corrupciones y escándalos de pederastia.
http://www.jornada.unam.mx/2007/08/05/index.php?section=politica&article=017a1pol