Junio del 2007.
De Subcomandante Marcos
Hermosillo, Sonora, México.
Queremos agradecer a quienes organizan estas “Horas de Junio” la oportunidad de encontrarlos y encontrarnos con este hombre que ha sabido resolver el dilema entre las letras y la lucha de la mejor forma, es decir, enarbolando ambas: Ernesto Cardenal.
Valgan estas palabras como homenaje a su vida y compromiso y, sobre todo, a la generosa mirada que este hombre ha dado a los pueblos indios de Nicaragua y de esa gran herida que nos duele y que se llama América Latina.
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