sexta-feira, 27 de março de 2009

Jaime Martínez Veloz - Chiapas y su perspectiva de futuro

El 27 de diciembre de 1994 llegamos a Chiapas por primera ocasión los legisladores de lo que después sería la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa). Una sola aspiración nos unía a todos los miembros de aquella comisión: la paz en Chiapas con justicia y dignidad.

La desconfianza inicial y explicable del EZLN frente a la comisión legislativa fue desvaneciéndose, en la medida en que el trabajo colectivo empezó a demostrar, por la vía de los hechos, que el objetivo de la pacificación en Chiapas no era un ejercicio declarativo sino una convicción colectiva de aquella rara comisión legislativa.

Desde entonces y hasta ahora, el propósito de una solución justa y digna a las causas que originaron el levantamiento armado zapatista en 1994 ha sido el referente de mi presencia en Chiapas. Quince años he sido testigo del acontecer chiapaneco y modesto colaborador en algunas tareas legislativas o públicas relacionadas con los trabajos de pacificación en el estado. Muchas enseñanzas ha traído consigo al mundo y al país el levantamiento zapatista. Muchos paradigmas cayeron y varios nuevos aparecieron.

En medio del mar de descalificaciones, los integrantes de la Cocopa aprendimos que en las comunidades indígenas hay otra forma de entender la vida y, por lo tanto, otra forma de relacionarse. El tiempo, los modos, los sueños y hasta el andar en las comunidades indígenas, tienen un ritmo muy distinto a la concepción de la tradicional política mexicana. Aprendimos también que la mejor compañera para lograr construir opciones entre las partes en conflicto es la discreción.

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http://www.jornada.unam.mx/2009/03/27/index.php?section=opinion&article=021a1pol