sexta-feira, 13 de fevereiro de 2009

Jaime Martínez Veloz - San Andrés Larráinzar: 13 años después ( I )

El 15 de febrero de 1996, segundo día de la asamblea plenaria, las delegaciones del gobierno federal y el EZLN acordaron firmar los primeros acuerdos en materia de derechos y cultura indígenas. La delegación zapatista entregó una propuesta sobre la conformación de la comisión de seguimiento y verificación al gobierno. Un día después, concluyó la segunda parte de la plenaria resolutiva de la mesa de derechos y cultura indígenas. La delegación del EZLN firmó los acuerdos de San Andrés en presencia de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) y la Comisión Nacional de Intermediación (Conai). El acto se realizó en uno de los salones de la sede del diálogo en San Andrés Larráinzar. Como presidente en turno de la Cocopa me correspondió firmar el documento, en representación de la comisión legislativa, en calidad de testigo. Posteriormente, en un acto protocolario, la delegación del gobierno federal los firmó. Por parte del gobierno rubricaron: Marco Antonio Bernal, Jorge del Valle y Uriel Jarquín, mientras por el EZLN lo habían hecho los comandantes Tacho, David y Zebedeo.

Los acuerdos a los que llegaron, después de las consultas que cada parte realizó, fueron que el gobierno federal y el EZLN aceptaban los documentos emanados de la primera parte de la plenaria resolutiva, quedando asentadas en el documento las observaciones que los zapatistas hicieron. El EZLN insistió en señalar: “... la falta de solución al grave problema agrario nacional, y en la necesidad de reformar el artículo 27 constitucional, que debe retomar el espíritu de Emiliano Zapata, resumido en dos demandas básicas: la tierra es de quien la trabaja y Tierra y Libertad”.

En lo referente al tema Situación, derechos y cultura indígenas, la delegación zapatista estimó insuficientes los puntos de acuerdo. Mencionó que los pueblos indígenas y las autoridades debían programar y calendarizar de mutuo acuerdo su instrumentación. Acerca de las Garantías de acceso pleno a la justicia, la delegación zapatista consideró la necesidad del nombramiento de intérpretes en todos los juicios y procesos que se siguieran a los indígenas. Asimismo, planteó indispensable que se legislara para proteger los derechos de los migrantes, indígenas y no indígenas, dentro y fuera de las fronteras nacionales.

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